Como conclusión de la magistral progresión de los programas "Mercury" (monoplaza), "Gemini" (biplaza) y "Apolo" (triplaza), el hombre se acercó a la Luna para poner finalmente el pie en su superficie (a bordo de la nave "Apolo 11") el 21 de julio de 1969. Otras cinco misiones "Apolo" consiguieron ampliar después esta primera exploración, desembarcando cada una dos hombres, y las tres últimas, además, pusieron a disposición de los astronautas un pequeño vehículo autónomo (el "Rover F1") para extender y facilitar sus exploraciones.
Gran Larousse Universal, Ed. Espasa-Calpe.
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